viernes, 16 de noviembre de 2018

Psicología y Sociología

Edad Antigua: inicio de la historia de la Psicología


El término psicología proviene de las palabras griegas “psyché” y “logos”, pudiendo traducirse como “estudio del alma”. Durante la Edad Antigua se creía que los trastornos mentales eran consecuencia de la posesión por parte de espíritus y demonios, y los tratamientos consistían en conjuros y encantamientos a los que se atribuían efectos curativos.
Entre el siglo V y el IV a.C. filósofos como Sócrates y Platón realizaron aportaciones que serían claves para el desarrollo de la psicología, además del de la filosofía. Mientras que Sócrates sentó los fundamentos del método científico, Platón concebía el cuerpo como el vehículo del alma, verdadera responsable de la conducta humana.
En esa misma época el médico Hipócrates estudió las enfermedades físicas y psíquicas mediante el método inductivo y las atribuyó a desequilibrios en los humores o fluidos corporales. Esta tradición sería recogida por Roma: la obra de Galeno, que desarrolló la de Hipócrates, es una de las mejores muestras de la influencia griega en el pensamiento romano.

Edad Media: desarrollos y retrocesos

En la Edad Media el pensamiento europeo quedó dominado por el cristianismo; esto provocó retrocesos claros en el progreso científico. Aunque las teorías grecorromanas de los humores seguían vigentes, se combinaban de nuevo con lo mágico y lo diabólico: los trastornos mentales se atribuían a la comisión de pecados y se “trataban” mediante rezos y exorcismos.
En cambio en el mundo árabe, inmerso en su edad dorada, la medicina y la psicología siguieron avanzando durante el Medievo. Se describieron “enfermedades de la mente como la depresión, la ansiedad, la demencia o las alucinaciones, se aplicaron tratamientos humanitarios a quienes las sufrían y se empezó a estudiar los procesos psicológicos básicos.
También se produjeron desarrollos relevantes en la psicología asiática. La filosofía hindú analizó el concepto del yo, mientras que en China ya se aplicaban tests en el ámbito educativo y se llevó a cabo el primer experimento psicológico del que se tiene constancia: dibujar un círculo con una mano y un cuadrado con la otra para valorar la resistencia a la distracción.

Renacimiento e Ilustración

Entre los siglos XVI y XVIII, en el mundo occidental convivieron la concepción demonológica de la enfermedad mental y el humanitarismo. La recuperación de la influencia de los autores clásicos griegos y romanos tuvo un papel fundamental en esta segunda vertiente, que relacionaba los trastornos psicológicos con alteraciones físicas, y no morales.
La palabra “psicología” se empezó a popularizar durante este periodo histórico. En este sentido fueron especialmente importantes las obras de los filósofos Marko Marulic, Rudolf Göckel y Christian Wolff.
Cabe destacar la influencia de filósofos como René Descartes, que contribuyó a la concepción dualista que separaba el cuerpo y el alma, Baruch Spinoza, que la cuestionó, o John Locke, quien afirmó que la mente depende de influencias ambientales. Asimismo el médico Thomas Willis atribuyó los trastornos mentales a alteraciones en el sistema nervioso.
A finales del siglo XVIII también fueron muy influyentes Franz Joseph Gall y Franz Mesmer; el primero introdujo la frenología, según la cual las funciones mentales dependen del tamaño de áreas concretas del cerebro, mientras que el mesmerismo atribuía las alteraciones físicas y psicológicas a la acción de energías magnéticas sobre los fluidos corporales.
La psiquiatría fue precedida por el alienismo, representado principalmente por Philippe Pinel y su discípulo Jean-Étienne Dominique Esquirol. Pinel promovió el tratamiento moral de los enfermos mentales y las clasificaciones diagnósticas, mientras que Esquirol fomentó el uso de la estadística para analizar la eficacia de las intervenciones psicológicas.

Siglo XIX: nace la "Psicología científica"

A partir de la segunda mitad del siglo XIX el aumento de los conocimientos sobre la anatomía cerebral hicieron que los procesos mentales se entendieran en mayor medida como consecuencias de la biología. Destacamos las aportaciones de la psicofisiología de Gustav Theodor Fechner y las de Pierre Paul Broca y Carl Wernicke en el campo de la neuropsicología.
También fue muy importante la influencia de la teoría de la evolución de Charles Darwin. El evolucionismo sirvió de excusa a eugenistas como Francis Galton y Bénédict Morel, que defendían la inferioridad de las personas de clase baja y de las que tenían trastornos mentales a través de la sobrevaloración del peso de la herencia.
En 1879 Wilhelm Wundt fundó el primer laboratorio de Psicología Experimental, donde se combinarían los conocimientos de distintas ramas de la ciencia; es por esto que se suele llamar a Wundt “el padre de la psicología científica, si bien antes de Wundt investigadores de la psicofísica como Gustav Theodor Fechner ya habían preparado el camino para el surgimiento de esta disciplina. Granville Stanley Hall fue el creador de un laboratorio similar en Estados Unidos y fundó la American Psychological Association.
La psiquiatría se desarrolló en gran medida gracias a la obra de Karl Ludwig Kahlbaum, que estudió alteraciones como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, y a la de Emil Kraepelin, pionero de las actuales clasificaciones diagnósticas basadas en los síntomas y en los signos, así como en su curso.
Entre los antecedentes de la psicología actual también es necesario mencionar el funcionalismo y el estructuralismo, dos escuelas muy influyentes durante los últimos años del siglo XIX y la primera etapa del XX. Mientras que el funcionalismo de William James estudiaba las funciones mentales, el estructuralismo de Edward Titchener se centraba en sus contenidos, como las sensaciones o los pensamientos.
Por otra parte, en este siglo Jean-Martin Charcot y Josef Breuer estudiaron la hipnosis y la histeria, desarrollando investigaciones e ideas que inspiraron a Sigmund Freud durante los últimos años de este siglo. Mientras tanto, en Rusia apareció la reflexología de la mano Iván Pávlov y Vladimir Bekhterev. Con estas aportaciones se establecieron las bases del psicoanálisis y el conductismo, las dos orientaciones que dominarían la psicología de la primera mitad del siglo XX.

El desarrollo en el siglo XX

Durante el siglo XX se establecieron las corrientes teóricas principales de la psicología actual. Sigmund Freud, discípulo de Charcot y Breuer, creó el psicoanálisis y popularizó la terapia verbal y el concepto de inconsciente bajo el prisma psicoanalítico, mientras que autores como John Watson y Burrhus F. Skinner desarrollaron terapias conductistas centradas en el comportamiento observable.
La investigación científica promovida por el conductismo acabaría llevando a la aparición de la psicología cognitiva, que recuperó el estudio de los procesos mentales tanto elementales como complejos y se popularizó a partir de los años 60. Dentro del cognitivismo se engloban los tratamientos desarrollados por autores como George Kelly, Alfred Ellis o Aaron Beck.
Otra orientación teórica relevante es la psicología humanista, representada por Carl RogersAbraham Maslow, entre otros. El humanismo surgió como una reacción al predominio del psicoanálisis y el conductismo y defendió la concepción de las personas como seres libres, únicos, tendentes a la autorrealización y con derecho a la dignidad.
Asimismo, los conocimientos sobre biología, medicina y farmacología aumentaron enormemente durante el siglo XX, lo cual facilitó el predominio de estas ciencias por encima de la psicología e influyó en el desarrollo de campos interdisciplinarios como la psicobiología, la neuropsicología y la psicofarmacología.

Las últimas décadas

El desarrollo de la ciencia del comportamiento y de los procesos mentales ha estado marcado por el desarrollo de las neurociencias y el diálogo constante con las ciencias cognitivas en general, y con la economía conductual. Del mismo modo, las escuelas de la corriente vinculada al psicoanálisis han perdido buena parte de su presencia y su hegemonía, si bien se mantienen con buena salud en Argentina y Francia.
Esto ha hecho que actualmente prime una concepción de la psicología en la que las neurociencias y la psicología cognitivista (con muchas aportaciones del conductismo) intercambian entre ellas herramientas y conocimientos tanto en la investigación como en las intervenciones.
Sin embargo, las críticas que el conductismo realizó contra las concepciones mentalistas y subjetivistas de la psicología (que son aquellas que tratan "la mente" como algo separado del contexto de una persona y las que parten desde las opiniones de la persona acerca de lo que le pasa por la cabeza, respectivamente), siguen estando vigentes.
Esto hace que tanto el cognitivismo como el psicoanálisis y todas las perspetivas pertenecientes a la psicología humanista sean duramente criticadas, entre otras cosas, por trabajar a partir de conceptos muy abstractos y poco definidos bajo los cuales pueden colocarse significados muy diversos y poco relacionados entre sí.
De todos modos, el conductismo sigue siendo una filosofía minoritaria en la psicología, mientras que el cognitivismo goza de muy buena salud. Eso sí, la gran mayoría de investigaciones en psicología cognitiva de tipo experimental son realizadas partiendo del conductismo metodológico, lo cual lleva a algunas contradicciones: por un lado se tratan los fenómenos mentales como elementos situados "dentro del cerebro" de la persona (mentalismo) y por el otro se trata de estudiar este elemento creando estímulos y midiendo respuestas objetivas.

ORIGEN HISTÓRICO DE LA SOCIOLOGÍA



En la antigüedad

El pensamiento sociológico puede remontarse al menos hasta los antiguos griegos (véase la observación de Jenófanes: "Si los caballos adorasen a los dioses, esos dioses se parecerían a caballos"). Se encuentran las observaciones proto-sociológicas en los textos fundadores de la filosofía occidental (HeródotoTucídidesPlatónPolibio etcétera).
Más tarde, también se pueden observar las consideraciones sociológicas en San AgustínTomás de Aquino y Marsilio de Padua en la Edad Media, por Maquiavelo en el Renacimiento, así como filósofos no europeos, la mayoría de Confucianistas.​ Las tendencias características en el pensamiento sociológico de los antiguos griegos se pueden rastrear el origen al entorno social. Casi nunca hubo organización política muy centralizada o extensiva dentro de los estados, entonces el espíritu tribal del localismo y del provincialismo fueron dados la libertad completa. Este espíritu tribal del localismo y del provincialismo invadió la mayor parte del pensamiento griego sobre los fenómenos sociales.​ Se puede rastrear el origen de la encuesta al libro Domesday, ordenado por el rey Guillermo I en 1086.

En el Islam medieval

Existe evidencia del pensamiento social en la época musulmana temprana desde el siglo XIVIbn Jaldún (1332-1406), en su Muqaddima (después traducido como 'Prolegómenos' al latín), la introducción a un análisis de siete volúmenes de la historia universal, fue el primer que avanzó la filosofía social y las ciencias sociales en la formulación de las teorías de la cohesión social y el conflicto social.


Ilustración

Algunos pensadores influyentes son VoltaireMontesquieuGiambattista VicoLord Kames.

ORIGENES

Iluminismo y positivismo

El término ("sociología") fue acuñado por primera vez por el ensayista francés Emmanuel Joseph Sieyès (1748-1836).​ (del latín:. Socius, "compañero", y el sufijo -logía, "el estudio de", del griego λόγος, lógos, 'conocimiento'​).
El término fue independientemente reinventado, e introducido como un neologismo, por el pensador francés Augusto Comte (1798-1857) en 1838.​ Comte había expresado anteriormente su trabajo como "física social", pero ese término había sido apropiado por otros, sobre todo por un estadístico belga Adolphe Quetelet, (1796-1874).

Auguste Comte

Augusto Comte
Escribiendo después de los filósofos políticos iluministas originales del contrato social, Comte esperaba unificar todos los estudios de la humanidad mediante la comprensión científica de la esfera social. Su propio esquema sociológico era típico de los humanistas del siglo XIX; él creía toda vida humana pasa a través de diferentes etapas históricas y que, si se pudiera comprender este progreso, se podría prescribir los remedios para los males sociales.
En el esquema de Comte, la sociología iba a ser la "ciencia reina"; todas las ciencias físicas básicas tenían que llegar primero, llevándose las dificultades más fundamentales de la sociedad humana a si misma. Por eso Comte empezó a verse como el "Padre de la Sociología".​ Comte delineó su filosofía general de la ciencia en El Curso de filosofía positiva [1830-1842], mientras que su Una Vista General del Positivismo (1865) hizo hincapié en los objetivos particulares de la sociología.

En su vida posterior, Comte desarrolló una "religión de la humanidad" para las sociedades positivistas con el fin de cumplir con la función cohesiva una vez en manos de la adoración tradicional. En 1849, propuso una reforma del calendario llamado "calendario positivista". Según su estrecho colaborador John Stuart Mill, era posible distinguir entre un "Comte bueno" (el autor del Curso de filosofía positiva) y un "Comte malo" (el autor del sistema secular-religioso).​ El sistema no tuvo éxito, pero se encontró con la publicación de DarwinEl origen de las especies, influyendo en la proliferación de diversas organizaciones humanistas seculares del siglo XIX, especialmente a través del trabajo de humanistas seculares como George Holyoake y Richard Congreve. Aunque los seguidores ingleses de Comte, incluyendo a George Eliot y Harriet Martineau, en su mayor parte rechazaron la sombría panoplia de su sistema, gustaban de la idea de una religión de la humanidad y su mandato "altrui vivre pour" ("vivir para los demás", de donde proviene la palabra "altruismo")

Henri de Saint-Simon

La descripción de Comte sobre el desarrollo de la sociedad es paralela a la teoría de Karl Marx (1818-1883) de que el comunismo se acercaba rápidamente a la sociedad humana progresista. Ambos también coincidieron en que el comunismo sería el punto culminante de la sociedad humana. Comte estaba en un punto tutelado por Henri de Saint-Simon(1760-1825), y tanto él como Marx fueron muy influenciados por su enfoque socialista utópico a la sociedad.

Saint-Simon centró gran parte de su tiempo en la idea de que la sociedad humana podría ser salvada si los científicos formaran una asamblea internacional e influenciaran su curso. Su teoría decía que dichos científicos podrían distraer a la gente de la guerra y del conflicto, centrando su atención en cosas tales como la construcción de canales y la mejora general de las condiciones de vida de sus sociedades. Esto traería múltiples culturas y sociedades en conjunto y prevenirán conflictos. Saint Simon tomó la idea de que todo el mundo había alentado desde la Ilustración, que era la creencia en la ciencia, y la hizo girar para ser más prácticos y las manos en la sociedad. La idea principal de Saint-Simon era que la industrialización crearía un nuevo lanzamiento en la historia. Veía que la gente había estado viendo el progreso como un enfoque para la ciencia, pero que ellos lo ven como un acercamiento a todos los aspectos de la vida. La sociedad estaba haciendo un cambio crucial en el momento ya que estaba creciendo de un feudalismo en declive. Este nuevo camino podría servir de base para la solución de todos los problemas viejos sociales habían encontrado previamente. Él estaba más preocupado con la participación del hombre en la fuerza de trabajo en lugar de mano de obra que el hombre elija. Su lema fue "Todos los hombres deben trabajar ​ y de esto, el lema del comunismo se desarrolló "Cada uno según su capacidad.

Aquí unos vídeos para profundizar:

El hombre mediocre de José Ingenieros y Pedagogía del oprimido de Paulo Freire

JOSÉ INGENIEROS 
(Buenos Aires, 1877 - 1925) Filósofo argentino. Estudió medicina en la Universidad de Buenos Aires, y fue profesor de psicología experimental en esa universidad. Está considerado como uno de los máximos representantes del positivismo en latinoamérica.
Escribió su tesis doctoral, La simulación en la lucha por la vida (1903), en clara consonancia con la corriente darwinista que prevalecía en Argentina por aquella época. A ese respecto, y como miembro del Partido Socialista, defendió también la idea de que la lucha de clases era una de las múltiples manifestaciones de la lucha por la vida.
Su interés por los problemas psiquiátricos, criminológicos y psicofisiológicos, unido a la influencia de positivistas europeos como Spencer o Comte, le hizo tomar como punto de partida de su labor filosófica un positivismo de corte cientificista. Sin embargo, el pensamiento filosófico de Ingenieros se desarrolló con el tiempo más allá de este punto de partida. Nunca abandonó el naturalismo, y siempre se opuso a cualquier filosofía de tipo sobrenaturalista o trascendental; sin embargo, fue capaz de hacer compatible esta posición con la necesidad y posibilidad de la metafísica.
En sus Proposiciones relativas al porvenir de la filosofía (1918), afirma la existencia de un "residuo inexperiencial fuera de la experiencia", que no es algo sobrenatural, trascendental o absoluto, aunque tampoco algo ininteligible o incognoscible. Este residuo, que no es infranqueable para el conocimiento humano, es precisamente el objeto de la metafísica, como disciplina esencialmente distinta de la metafísica tradicional; se trata de una metafísica nueva, que se ayuda de la lógica en sus razonamientos, y que se caracteriza por su universalidad, antidogmatismo y objetividad.
Entre sus obras, de gran influencia todas ellas en el pensamiento latinoamericano, destacan además de las mencionadas las siguientes: Simulación de la locura en la lucha por la vida (1903), Sociología argentina (1908), Principios de psicología genética (1911) y El hombre mediocre (1913). Su obra La evolución de las ideas argentinas (2 vols., 1918 - 1920) marca rumbos en el entendimiento del desarrollo histórico como nación.

EL HOMBRE MEDIOCRE
Según ingenieros, el hombre mediocre es un ser sin personalidad que se deja amoldar o domesticar por el medio social en el que vive. Según Flaubert, es el “hombre que piensa bajamente”. Ingenieros lo ubica entre el genio y el imbécil. Y lo más curioso de todo: que ni el mismo se da cuenta que lo es.
El hombre mediocre no tiene ideas propias, sino que piensa y dice lo que otros dicen. Aunque puede tener “talento” o “buenas cualidades”, sean estas intelectuales o artísticas, ellas no le garantizan su autonomía y creatividad. El hombre mediocre puede poseer “talentos”, pero esto no quiere decir que los desarrolle y que los llegue a perfeccionar.
“Cada individuo- dice Ingenieros- es el producto de dos factores: la herencia y la educación”. La herencia se refiere al factor genético, la educación a todo lo que este recibe desde la cuna a la sepultura.
La “imitación” desempeña un papel decisivo para el desarrollo de la personalidad social. Pero ella sola no basta, se necesita de la “invención” para producir variaciones en los individuos. La imitación es de índole conservadora y actúa creando hábitos sociales, mientras que la “invención” es evolutiva y se desarrolla mediante la imaginación.
Nuestro hombre mediocre considerado “normal” en nuestras sociedades, tiene las características de la “paciencia imitativa”; en cambio, el hombre superior, la de la “imaginación creadora”.
Y es que el hombre mediocre es el “hombre masa, el ser que se pierde en la multitud y que no se atreve a ser diferente”. Por algo dijo Séneca: “cuando estuve entre los hombres, me volví menos hombre”.
Otra característica del hombre mediocre, no menos deplorable, es la fuerte inclinación que tiene por la “envidia”. La “envidia” es la otra cara del hombre mediocre, sumadas, por supuesto, a la arrogancia y a la soberbia.
Las personas proactivas, positivas y creativas son las que le despiertan este vil sentimiento. Un talento desarrollado y llevado a la perfección es el mejor espejo en donde los mediocres se ven reflejados. La envidia no es más que la respuesta de las propias insatisfacciones personales ante quien les está evidenciando sus propias deficiencias o mediocridades. Por esto mismo, en vez de “emularlos”, los hombres mediocres optan por destruirlos y denigrarlos.
Los hombres mediocres son astutos y hasta pueden ser más inteligentes que el hombre promedio. Es más, la “mediocridad” supone estas cualidades antecedentes. Por ejemplo: una persona puede creerse un gran artista o un gran genio sobre la base de ciertos talentos heredados, adquiridos o perfeccionados. Pero cuando esta aptitud es contradicha por quienes en verdad lo son, si son humildes, los imitarán, si son soberbios, los envidiarán. Y esta es la típica reacción de hombre mediocre.
Otro aspecto que también es alarmante es el de saber enfrentar el binomio entre “creerse” y “ser”. Una cosa es creerse un gran artista o un gran intelectual y otra cosa, muy distinta por cierto, es serlo. La aptitud del creído contradice la aptitud del hombre superior. Es una falsa percepción de uno mismo.
Recuerdo una hermosa anécdota que nos contaba un profesor en la universidad sobre la vida y obra de Beethoven:
“Beethoven tenía su propia orquesta sinfónica que interpretaba todas sus obras musicales. En una ocasión, en vez de quedarse en el teatro a escuchar su nueva sinfonía, decidió pasear por los bosques de alrededor. El amaba mucho el espectáculo de los rayos de luz que atravesaban las copas de los árboles. Al regresar notó que el director le había hecho algunos cambios a la partitura. Al voltearse, observó que Beethoven se acercaba a él, no para amonestarlo o despedirlo, sino para simplemente decirle: ¡La has hecho mejor que yo!”

PAULO FREIRE
(Recife, Brasil, 1921 - São Paulo, 1997) Pedagogo brasileño. Estudió filosofía en la Universidad de Pernambuco e inició su labor como profesor en la Universidad de Recife, como profesor de historia y filosofía de la educación.

En 1947 inició sus esfuerzos para la alfabetización de adultos, que durante los años sesenta trataría de llevar a la práctica en el nordeste de Brasil, donde existía un elevado índice de analfabetismo. Con la ayuda del obispo Helder Cámara, promovió en 1961 el denominado «movimiento de educación de base», a la vez que desarrollaba su metodología educativa. Con la llegada al poder en 1964 del general Humberto Castelo Branco, fue detenido y hubo de abandonar el país. En el exilio ejerció como asesor educativo de diversas instituciones, entre ellas la UNESCO. Regresó a Brasil en 1980.
Desde unas creencias profundamente cristianas, Paulo Freire concibió su pensamiento pedagógico, que es a la vez un pensamiento político. Promovió una educación humanista, que buscase la integración del individuo en su realidad nacional. Fue la suya una pedagogía del oprimido, ligada a postulados de ruptura y de transformación total de la sociedad, que encontró la oposición de ciertos sectores sociales. Definió la educación como un proceso destinado no a la domesticación sino a la liberación del individuo, a través del desarrollo de su conciencia crítica.
Las ideas educativas de Paulo Freire quedaron recogidas en los diversos ensayos que publicó. Entre otros títulos, destacan La educación como práctica de la libertad(1967), Pedagogía del oprimido (1969) y Educación y cambio (1976).

PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO
Paulo Freire escribe Pedagogía del Oprimido (1969) en una secuencia de exilios y de escape de dictaduras militares. Se trata de un ensayo, según él mismo lo señala, elaborado desde la experiencia. Dice compartir la autoría con los oprimidos del mundo, que hablan por su voz. Indica que la obra está dirigida a los hombres de izquierda, es decir, aquéllos que se plantean que el mundo debe ser transformado. Así, desde las primeras páginas, Freire se identifica con personas, grupos y movimientos que se plantean un cuestionamiento riguroso de la sociedad existente y señalan una mirada hacia futuros más promisorios y humanos para todos.
En un inicio, la obra cobra referencias más teológicas que religiosas. La palabra humana, que imita la divina, pasa a ser elemento protagónico. La palabra nombra y a la vez supera la realidad por el hecho de nombrarla, y es también acción transformadora. Así, la palabra (lenguaje) viene a ser el espacio ontológico donde nos movemos, pensamos y actuamos.
El libro Pedagogía del Oprimido transcurre en un lenguaje que se aleja tanto del habla de los poderes dominantes (orden, progreso, crecimiento económico, mercado, libre competencia) como de los términos del marxismo tradicional (lucha de clases, proletariado, burguesía, socialismo, comunismo). No obstante, Freire, hasta el final de su vida (incluso se lo escuchamos personalmente) se declaraba marxista. En el libro subsisten algunas categorías marxistas, tales como: opresión, alienación, praxis, concientización, dialéctica, pero amparadas por otras que se imponen: humanización, liberación, iluminación, ser más, diálogo. Toda la obra, por cierto, se acompaña de una dialéctica de términos contrapuestos: liberación/ opresión; humanización/ deshumanización; diálogo/ imposición;domesticar/ transformar. No obstante, esta dialéctica puede estar en el mismo grupo social, incluso en la misma persona.
Otra característica de Pedagogía del Oprimido es la integración interdisciplinaria e incluso transdisciplinaria en el discurso. Desde enfoques sociológicos (imposición alienante/ liberación y transformación, inserción crítica), incluyendo los psicológicos (sadismo de opresores, comportamiento neurótico, racionalización), escatológicos (iluminación, acto de amor, ser más),educacional (pedagogía liberadora, diálogo crítico y liberador, educación con mediación del mundo),en una síntesis discursiva y filosófica. Se trata de un ejercicio de conectividad, de integración, de confluencias.
Más, hay otro aspecto de la mayor relevancia en la obra. Se trata de la propuesta abierta a la construcción colectiva de un proyecto socio-educativo-cultural. Y todos los seres humanos (sin excepción) estamos convocados a este proceso. Veamos este proyecto desde sus propósitos, los oponentes y las acciones que involucra.
Propósitos: La búsqueda del conglomerado humano es la libertad, la humanización, el ser más. Esta búsqueda constituye un acto de amor, ligado también con la libertad y la justicia. Se trata de una tarea urgente, ineludible. Sus primeros protagonistas han de ser los oprimidos, pero a la larga tenemos que involucrarnos todas las personas, eso sí, asumiendo siempre el punto de vista de los oprimidos. Desde la situación concreta de estos, tejeremos esperanzas y utopías, siempre desde una mirada crítica. Los oprimidos no sólo han de liberarse a sí mismos, sino también han de liberar a sus opresores. La libertad es para todos, sin excepción.
Visualizar el camino: El camino a la liberación de todos los seres humanos implica la unidad entre la reflexión y la acción (praxis). Es acción pedagógica, cultural y también política. No hay otro camino que el de la práctica de una pedagogía liberadora, desde la cual ha de afianzarse el liderazgo revolucionario, que en vez de sobreponerse a los oprimidos y continuar manteniéndolos en el actual estado de “cosas”, establece con ellos una relación permanentemente dialógica.
En el momento en que los oprimidos descubren claramente al opresor, y se comprometen en la lucha organizada por su liberación, empiezan a creer en sí mismos. Así, trascienden su complicidad con el régimen opresor. Este descubrimiento, sin embargo, no se da sólo a nivel intelectual, sino que debe estar asociado a un intento serio de reflexión-acción.
Concepción de los seres humanos: En la mirada de Paulo Freire, los seres humanos somos seres inconclusos y conscientes de nuestra inconclusión y en permanente movimiento, tras la búsqueda de SER MÁS. Somos también seres en relación, dialógicos, antes que individuales. Somos seres que habitamos la palabra, y con ella nombramos el mundo y al nombrarlo ya lo estamos transformando. No obstante, la historia de la opresión nos ubica en una situación donde el mundo se compone de opresores y oprimidos. Aquéllos han desarrollado un ejercicio permanente de dominación que genera en los oprimidos situaciones de dicotomía, no reconocimiento de sí mismos, de dependencia, entre otras. No obstante, los oprimidos tienen la posibilidad de transformarse transformando, de buscar la libertad y la humanización plenas.
Oponentes. Entre los factores que se oponen a este proceso de liberación y humanización están el miedo y recelo a la libertad, fruto de un proceso histórico de control deshumanizado que convierte a los oprimidos en objetos, acción que también convierte a los opresores en otra forma de oprimidos. Además de las condiciones objetivas de la dominación, existen también condiciones subjetivas de la misma. Es cuando se propicia la dependencia emocional que propicia una visión inauténtica del mundo y de la historia, y persiste la alienación que hace que la dependencia sea cada vez mayor.
Acciones. Es importante, en un inicio, que los oprimidos se reconozcan a sí mismos como seres humanos, en su vocación histórica y ontológica de ser más. Ello implica tan bien reconocerse como oprimidos, alienados y dependientes de otros. Y algo más profundo, es reconocer que alojan en sí mismos la opresión y la alienación, y hasta quieren ser como sus opresores. Luego, es relevante la problematización de la realidad y de las acciones y creencias humanas que las soportan. Todo esto ha de conducir a una búsqueda compartida, dialógica, de iluminación y de liberación desde situaciones y momentos históricos concretos, mediante acciones reflexivas o reflexiones accionadas (praxis). La inserción crítica, objetiva y subjetiva en la realidad es transformadora. Pero las acciones no sólo han de apuntar a la liberación de los oprimidos, sino de todos los seres humanos.

Aproximaciones filosóficas al hecho religioso

LO RELIGIOSO EN LA MODERNIDAD

  • La llegada de la modernidad es un acontecimiento de gran importancia, pues evolucionó todos aspectos de la vida humana y permitió establecer nuevas comprensiones del ser humano, en especial en su dimensión religiosa.
  • La religión ya no es el eje sino las ciencias matemáticas, física y el hombre como centro.
  • Esto permitió que se diera un cambio de paradigma.
  • La razón es el único criterio de verdad y los avances científicos fueron considerados como la única solución a los problemas de la humanidad.
  • La religión se acomoda al nuevo protagonismo del momento, que lo asume la ciencia.
  • La religión no desaparece, sólo se reacomoda.
  • Los filósofos asumen la religión con nuevos términos, de la razón.
  • Dios es asumido por algunos filósofos y teóricos como el matemático de la creación.


¿QUÉ TIPO DE DIOS CREA LA EDAD MODERNA?
  • Es el mismo, sigue siendo importante.
  • La imagen inicial de Dios comienza a desvirtuarse (comenzamos a darle más importancia y respuestas racionales a la idea de Dios).
  • Cada cultura, cada época, cada contexto valora su propia idea de Dios y de lo religioso.
  • La lógica y la razón le dieron nuevos argumentos al conocimiento sobre Dios.
  • Todo hecho religioso es histórico, es social y localizado.
  • No podemos hablar de una religión pura o de unos principios religiosos  alejados de las circunstancias o de los intereses de las personas.


EL NIHILISMO, LA MUERTE DE DIOS 


  • Con Shopenhauer y Nietzsche lo religioso deja de ser tan espiritual para convertirse en algo más natural.
  • Se considera la religión como algo abstracto, que no aporta al desarrollo de la existencia, vida y ser humano.
  • El nihilismo va en contra de la propuesta religiosa,  en especial la cristiana, esta niega los instintos, las pasiones, etc. 
  • La razón se impuso por encima de los argumentos metafísicos y llegó a su punto más alto el día que desplazó a Dios y le dio muerte.
  • En un mundo racional Dios no tiene cabida.
  • Nietzsche propone cambiar la mentalidad, renunciar al cristianismo creado por Platón, matar a Dios en nuestra conciencia porque físicamente es imposible.

«Dios ha muerto» no quiere decir literalmente que «Dios está efectivamente muerto»; es la manera de Nietzsche de decir que la idea de Dios no es capaz de actuar como fuente del código moral o teleológico (teleología). Nietzsche reconoce la crisis que la muerte de Dios representa para las consideraciones morales existentes, porque «cuando uno desecha la fe cristiana, se olvida de la moralidad cristiana. Esta moralidad de ninguna manera es evidente en sí misma. Rompiendo un concepto principal del cristianismo, la fe en Dios, uno rompe el esquema: nada necesario se mantiene en las manos de uno».​ Esta es la razón por la cual en «El loco», el loco se dirige a los ateos

  • La muerte de Dios es la forma de decir que los humanos ya no son capaces de creer en cualquier orden cósmico desde que ellos mismos no lo reconocen. La muerte de Dios conducirá, dice Nietzsche, no en un orden cósmico o físico, si no también al rechazo de los valores absolutos — al rechazo de la creencia en una objetividad y una ley moral universal, que se ejerce sobre todos los individuos. De esta manera, la pérdida de una base absoluta de moralidad conduce al nihilismo. Este nihilismo es el que trabajó Nietzsche para encontrar los fundamentos de los valores humanos. Esto significa, para Nietzsche, la búsqueda de los fundamentos más profundos que los valores cristianos, más allá de los cuales él sentía que la mayoría de los cristianos

LA CONCEPCIÓN MATERIALISTA DE LA RELIGIÓN
Feuerbach
  • Marx y Feverbach plantea la no existencia real de Dios y el hecho religioso como una invención o una proyección de las necesidades del hombre.
  • Este pensamiento lo que realmente plantea es la existencia de necesidades físicas.
  • Mediante la dominación de la sociedad le impone a los más débiles la doctrina dominante.


FEUERBACH
  • Dios es una ilusión.
  • Mientras busquemos lo absoluto siempre seremos alienados.
  • Crítica el cristianismo y todas las religiones, lo humano es lo divino.
  • Afirma que cuando el hombre es pleno en su consciencia, es necesario que se desprenda de ese Dios.



LO RELIGIOSO EN LA ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
  • Se continua el proyecto de la modernidad, pues se mantiene como único criterio de verdad a la razón.
  • Se inscriben las corrientes filosóficas que señalan nuevos caminos y nuevas alternativas de vida.
  • El excesivo énfasis que la modernidad puso en la razón llevó a grandes catástrofes de la humanidad como la ocurrida en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
  • Frente a estas situaciones, se desarrollaron movimientos políticos, culturales, económicos, sociales que buscan rescatar otras dimensiones de la vida humana que permitan volver volver a su sentido originario y que faciliten una convivencia digna, tolerante y pacífica.



Psicología y Sociología

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